Amilasa sérica
¿Qué es la amilasa sérica?
La amilasa sérica es una enzima que se encuentra principalmente en el páncreas y en las glándulas salivales, especialmente las parótidas. Su función principal es participar en la digestión de carbohidratos, descomponiendo el almidón en moléculas más simples. Aunque estas glándulas son las principales fuentes, pequeñas cantidades también pueden producirse en otros tejidos del tracto gastrointestinal. Se utiliza principalmente para diagnosticar y monitorear enfermedades pancreáticas.
¿Qué ayuda a evaluar el análisis?
Los niveles altos de amilasa sérica suelen asociarse a pancreatitis aguda, pero su especificidad es limitada porque también aumenta cuando existe insuficiencia renal, debido a la disminución de filtración y depuración de la enzima. Los valores altos pueden aparecer por enteritis severa, obstrucción intestinal, trauma abdominal, uso de ciertos fármacos (como corticoides o diuréticos tipo tiazidas) y enfermedades de glándulas salivales. Por ello, la interpretación siempre debe hacerse junto con lipasa sérica, pruebas específicas.
Tipo de muestras requeridas
Sangre
La muestra de sangre se recolecta en tubo tapa roja (sin anticoagulante).
Es el tubo ideal para obtener suero, que es la muestra recomendada para este análisis.
También puede recolectarse en tubo tapa verde (heparina de litio) y tubos tapa amarilla.
Colocar las muestras debidamente rotuladas con la información necesaria y colocarlas en un sobre protector, solicitar el retiro de la muestra sin costo adicional en todo el Ecuador.
Telf: +593 9959 43431
Envío de muestras a Labigen
Suero
¿Cuándo se recomienda medirlo?
Se recomienda cuando la mascota presenta signos como vómitos, dolor abdominal, letargo, diarrea o deshidratación. En muchos casos, se usa como prueba complementaria junto con lipasa o pruebas pancreáticas específicas (cPLI/fPLI) para un diagnóstico más preciso.
Recomendaciones
En ayuno de 8 a 12 horas, mejora la claridad del suero y evita interferencias en otros análisis realizados en conjunto. Si el paciente está recibiendo medicamentos, especialmente corticoides o diuréticos, es importante que el veterinario tratante lo considere, ya que algunos fármacos pueden modificar los valores de amilasa.